Exportar, un gran desafío de las pequeñas y medianas empresas
En el último año bajó la participación de las pymes en las ventas al exterior; trabas y expectativas
La exportación, esa transacción que jerarquiza a una empresa al colocarla en un contexto internacional, puede estar al alcance de la mano. Y, aunque uno de los primeros tips de los especialistas indica que una empresa está en condiciones de buscar nuevos mercados cuando percibe que compite a nivel local con productos del exterior, casos de emprendedores que fueron mucho más allá “del charco” antes de constituirse como sociedad, muestran que las formas están cambiando.
“Que las pymes exporten es una necesidad, porque el país necesita crecer y estas empresas son las que más empleo generan; una de las variables más interesantes para crecer es que consigan mercados”, explicó Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Producción de la Nación. Según datos de esa dependencia, hay casi 6000 empresas exportadoras, pero pocas venden la mayor parte y muchas venden muy poco. Y en los últimos años cayó la cifra de empresas exportadoras. “Eso tiene que ver con la falta de productividad y competitividad; a eso se le suma que la Argentina tiene acuerdos comerciales con menos del 10% del PBI”, agregó, tras aclarar que una venta a Japón puede ser un 20% más económica desde Chile.
Ayelén Bargados, jefe de Economistas y Coordinadora de Análisis e Investigación de la Fundación Observatorio Pyme (FOPyme), afirmó que “afrontar costos y volatilidad de precios a nivel interno es también un escollo para las empresas que quieren exportar, y hoy la gran mayoría está pensando en recuperar el mercado local y combatir el impacto de las importaciones”. Si bien describió que las pymes -las identificó como las empresas con hasta 250 empleados- se caracteriza por ser de mercados internos, Bragados destacó que hay actividades que tienen una apertura al exterior, como el caso de sustancias y productos químicos, que “en general tiene buenos indicadores no sólo en la proporción de empresas del sector que exportan, sino de cantidad de ventas exportadas”.
Según el informe “Las PyMEx 2007-2016. Entre luces y sombras”, publicado por el Observatorio de la Pequeña y Mediana Empresa Exportadora (pymex) del Instituto de Estrategia Internacional de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) mientras que en 2007, por cada US$ 100 exportados, las pymex aportaban US$ 11,4, esa contribución bajó a US$ 9 en 2016.
“A pesar del leve repunte de las exportaciones en 2016, éstas ni siquiera alcanzaron los niveles de 2007”, destaca el informe de la CERA. El trabajo señala que luego de 2011 se inició una etapa de fuerte caída de las exportaciones (8% promedio anual acumulado entre 2011 y 2016), donde unas 2000 firmas categorizadas como pymex no exportaron o dejaron de exportar en su segmento para pasar a otro inferior.
Entre 2007 y 2011 sobresale el crecimiento de las exportaciones pyme del sector alimenticio, pero en los años siguientes el deterioro fue constante. La metalmecánica fue la actividad más comprometida: sólo en 2016 perdió casi la mitad de las exportaciones que había cinco años antes. En tanto, químicos y plásticos fue el sector menos afectado.
En consonancia, el informe sobre competitividad e inserción internacional de las pymes industriales, elaborado por FOPyme, apunta que en 2016 se detuvo la caída exportadora que venía desde 2009. Y la rentabilidad de las exportaciones de las pymes industriales aumentó 17%. El “núcleo duro” exportador de las pymes (cuántas venden al exterior) se estabilizó en 12% (22% en 2009) y la apertura exportadora (cuánto de su producción va a otros mercados), en 14% (22% en 2010). El estudio explica que la “ventaja” lograda con la devaluación no será sostenible si no hay una adecuada política industrial y comercial, dado que su efecto por sí sólo es transitorio”. Y alerta: “Las pymes industriales argentinas entregan cada vez más exportaciones por cada unidad de insumo importado”.
Para Mayer, el desenvolvimiento del comercio electrónico y la democratización tecnológica, hacen viable que surjan “exportadores de nicho”, porque “ya no estamos limitados a exportar productos primarios que es donde éramos competitivos”. En este punto se refirió a casos como el de los espejos led y la valija electrónica, desarrollos de emprendedores que se insertaron en el exterior.
Jorge Barisonzi, CEO de International Merchandising Solutions, opina que “exportar para una pyme argentina es rentable en la medida que se sepan aprovechar las oportunidades comerciales y establecer relaciones duraderas y beneficiosas con los clientes”. El empresario, que fabrica y diseña exhibidores para alimentos, expresó la necesidad de “gozar de mayores beneficios fiscales, crediticios y financieros”.
El funcionario de Producción destacó que se trabaja para tratar de mejorar la competitividad y mencionó los proyectos de reforma tributaria y laboral, “que tienen que ver con costos”, a la vez que, según afirmó, con la ley pyme se avanza en dar soluciones a los problemas de financiamiento.
Mayer dijo que, entre enero y septiembre el BICE desembolsó $ 2976 millones, “un 65% más que lo financiado en ese período de 2016”. Se suma la campaña “Impulsa Comex”, las gestiones de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional y las capacitaciones, “junto al trabajo articulado con el ecosistema de instituciones vinculadas al posicionamiento internacional”. Tras afirmar que “la madre de todas las batallas es la burocracia del Estado”, el funcionario destacó políticas como la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), Exporta Simple y la constitución simple de sociedades: “El resto dependerá del talento y en el país hay mucho”, dijo.
Fuente: PYME LA NACION